36 LOS PALACIOS Y EL GRAN LÁTIGO, Jesús Escobedo
El régimen porfiriano se jactaba de haber transformado a México en una de las naciones más prósperas y civilizadas de la Tierra. La afirmación era por demás falsa. Se levantaban grandes y suntuosos edificios -varios de los cuales, como el proyectado Palacio legislativo y el actual Palacio de las Bellas Artes, la dictadura dejó sin terminar-. Pero la realidad era otra: la gran multitud del pueblo vivía oprimida y expoliada, bajo el gran látigo amenazante e implacable.