07 LA DESTRUCCIÓN DEL MÉXICO ANTIGUO, Pablo O’Higgins
Los conquistadores no se conformaron con derrotar y someter a los ejércitos aztecas. Quisieron arrasar hasta sus cimientos la civilización aborigen. Asesinaron a Cuauhtémoc y a los jefes indios más valerosos. Derrumbaron los templos. Echaron abajo a los dioses indígenas. Destruyeron la organización sacerdotal nativa e hicieron desaparecer los viejos manuscritos. Se esforzaron por liquidar, en cuerpo y en espíritu, la sociedad de los antiguos mexicanos. Así se perdieron muchos preciosos elementos para reconstruir los perfiles y el carácter de una gran civilización. En esa obra destructiva, históricamente irresponsable, se distinguió el primer obispo de México, fray Juan de Zumárraga.